Que las cosas no andan muy bien en el mundo del periodismo es más que evidente. Y que las causas son múltiples y los culpables diversos, también. Sin embargo, encontrarte de repente con todos esos males que han mermado de manera tan significativa un oficio tan necesario como este analizados de manera precisa en un libro de 222 páginas asusta… Y mucho.
Javier Mayoral, doctor en Periodismo y profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, se embarca en un reto complicado pero necesario si queremos empezar a revertir la situación de manera efectiva y definitiva. Y en el camino reflexiona sobre la formación de los periodistas, la influencia de los poderes político y económico, el funcionamiento de los medios a nivel empresarial o la aparición de Internet y de las redes sociales, entre otros temas.
Poco consuela que el autor del libro insista en que la profesión siempre ha tenido problemas, pues la descripción de las dificultades a las que se enfrenta el oficio en la actualidad es tan detallada que cuesta creer que en algún momento podamos llegar a ver la luz al final del túnel. Estamos tan inmersos en el día a día que no hay tiempo, y quizás tampoco energías, para abordar la cicatrización de esta honda herida. A veces bastante se hace con taponarla, porque en ocasiones ni eso.
En esta radiografía, en la que se realiza un análisis certero y nada condescendiente sobre la situación actual del periodismo, colaboran prestigiosos profesionales como Iñaki Gabilondo, Rosa María Calaf, José Antonio Zarzalejos, Vicente Vallés, Álex Grigelmo o Soledad Gallego-Díaz, quienes ayudan a Mayoral a realizar esa composición de lugar con la que pretende “revisar de forma autocrítica el periodismo que entregamos como legado a los más jóvenes”. En su opinión, “no hemos estado a la altura de lo que las circunstancias nos han permitido y exigido, porque lo podríamos haber hecho muchísimo mejor”.
Por eso, antes de concluir el libro, el profesor subraya lo que, a su juicio, habría que revisar para intentar mejorar la profesión. A las nuevas generaciones les transmite la importancia de ser minuciosos, precisos y rigurosos. Asimismo, les recalca la necesidad de recuperar la credibilidad, reforzar el papel de las asociaciones de periodistas para “reconstruir una identidad dañada”, fortalecer el profesionalismo, buscar “una síntesis de las características que diferencian el trabajo periodístico de otras tareas comunicativas” y entender que el propósito de servicio público da sentido al oficio.
Con todo, en ‘Periodismo herido busca cicatriz’ (Plaza y Valdés, 2018), Javier Mayoral reflexiona sobre la profesión y se pregunta cómo queremos que sea el periodismo del futuro, en el que considera que no deben faltar la autocrítica, la unión de los que pertenecemos al sector y la necesidad de renovar el contrato de confianza con la sociedad. Más que herido, el periodismo está en cuidados intensivos. Pequeño, lo que se dice pequeño, no es el desafío. La pregunta es… ¿Estamos dispuestos a asumirlo?
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